Calor

Sé que es un tópico hablar del tiempo. Y también sé que no estoy en un ascensor. Bueno, hablaré del tiempo pero sin mirar arriba o abajo (que es lo que se hace en los ascensores: si el otro mira hacia arriba, pues tú aprovechas y le miras los zapatos).
El caso es que hemos tenido unos días de calor aquí en "la llana" y se ha notado a la hora de subir montañitas (parece una contradicción, pero es así). Así que ni corto ni perezoso, con ayuda del consabido tubito que sale de la espalda nos hemos puesto en marcha el pasado fin de semana para subir a las Jaras.
Los anteriores fines de semana hemos salido con los "Arrastraculos", un club con gente muy apañá y aficionados a esto de dar pedal por los sitios más intrincados. Con ellos hemos visitado los últimos fines de semana las Siete Revueltas, el Bejarano, y una subidita por los Morales de la que todavía me acuerdo porque Rafa no silbaba tanto como cuando sube por el Reventón... ¡dichosa cuesta!
Pero bueno, voy a ceñirme a la ruta del último domingo. Salimos de la Boutipan (espero haberlo escrito bien) y nos fuimos a la Cuesta del Reventón pisando cemento todo el rato, lo que motivó una llamadita de atención a los compañeros por si habían confundido la jornada con una de ruta en carretera. La subida, como siempre, llena piedras (puñeteras ellas), pero sin demasiados incidentes. Tras la rampa, hacia las Jaras por un camino de tierra que discurre paralelo a la carretera y que está genial (parece que vas por un túnel forestal y la sombrita se agradece cuando aprieta el calor). Ya en las Jaras, un cafelito antes de bajar por los Morales. Ahí con más calma, que las cuestas empinaditas pueden darte algún disgusto, y aunque es fantástico bajarlas a toda pastilla, no lo es tanto pegársela.



Como curiosidades de la jornada, nos dimos cuenta de que en las Jaras ya vuelven a servir churritos, así que la próxima vez pararemos a ver cómo están, y que esta vez no tuvimos ningún percance, lo cual es también una noticia (no os lo he contado en el blog, pero a nuestro amigo pincharruedas tuvieron que echarle seis puntitos hace unas semanas por usar el codo como tren de aterrizaje en una pista algo rocosa...).

Enganchado

Doble sentido tiene en esta ocasión el título del artículo.
Efectivamente, estoy enganchado con esto de la bici, pero al pensar el título lo hacía pensando en mi cadena y plato pequeños, que siguen dando los mismos problemas que cuando intentamos la subida al Muriano. El caso es que se engancha la cadena en un piñon del plato chico y al final me la voy a cargar también (sería la tercera).
Por lo pronto creo que voy a cambiar de mecánico, y el jueves se la llevaré a otro que me han recomendado, ya que el actual no ha sabido solucionarme el problemilla.
Desde la última vez que escribía he hecho un par de salidas pero no voy a colgar el track porque no aportan mucha variante a las que ya tengo colgadas.

De la última jornada, y para que veas que me pasa de todo y tengo el apodo ganado a pulso, me queda un "recuerdo" en la rodilla. Se salió uno de los tornillos que agarraba el manillar y acabé acariciando el suelo. Una sensación que duró un escaso par de segundos, pero que no se olvida, es la de tener el manillar en tus manos suelto mientras la bicicleta continúa su camino durante un breve trecho... Y mientras caes te dices que has estado lento, que tenías que haber cogido el freno aunque no pudieras controlar la dirección...

Pero no todo son malos recuerdos de la jornada. Esos churritos en Trassierra qué bien sientan... :-)

Os dejo una foto de pincharruedas al lado de la torre que hay en lo alto de Monte Cobre. La próxima hasta el mirador sin poner pie en tierra... :-P

Escúchalo

La próxima vez con más cuidadito...

Y es que es un gustazo bajar a toda pastilla, pero también peligroso, sobre todo si en el terrenito aparecen de repente algunas piedras (rocas diría yo) y socavones creados por las últimas correntías de agua.
Así que lo dicho, más cuidadito en las bajadas y sobre todo un buen reglaje de frenos nunca está demás.
Pero consejos aparte, aquí os dejo un track interesante, con una subida por la cuesta del Reventón, cada día más intransitable y llena de rocas sueltas, (y donde, para continuar la tradición, volví a romper la cadena) para seguir después por carretera hasta Trassierra en busca de unos churritos a la entrada del pueblo.
Una vez asimilado el tentempié, vuelta hacia Córdoba, esta vez desandando en parte el camino andado para tomar la vereda de la derecha y superar unas cuantas puertas de fincas (sin candados) que cívicamente dejamos cerradas tras atravesar para que no se escape el ganado (si tienes miedo de los toros, ésta no es tu ruta).



La bajada es bastante técnica, y el consejo de antes no es gratuito. De repente puedes encontrarte con que la pendiente aumenta bruscamente y tienes que tirar de frenos.

Lo peor de esta ruta es bordear el canal, llano pero con una buena parte del trayecto lleno de piedras que hacen vibrar la bicicleta más de la cuenta.

Es una ruta que puedes trazar en ambos sentidos, pero te recomiendo hacerlo como en el track. Si no te apetecen churritos, puedes evitar llegar a Trassierra y directamente encarar el descenso.

Poniendo puertas al campo

Una de las cosas que nos están llamando la atención en nuestras salidas es el asunto de las puertas con cadenas en mitad de los caminos.
Puedo entender que un propietario de unas tierras quiera acotarlas e incluso protegerlas de intrusos, y me parece fenomenal que las valle de un modo u otro (imagino que habrá que atender a leyes medioambientales y de otras índoles a la hora de elegir el sistema de acotamiento).
También puedo entender que si la propiedad es de un tamaño considerable, al dueño de la misma le salga caro el vallado y opte por soluciones más baratas como cerrar el camino, que como mucho tiene tres metros de ancho, que cerrar la propiedad, que puede tener kilómetros de perímetro.
Pero a quién no entiendo es a las autoridades públicas, tanto a aquellas encargadas de hacer las leyes como a aquellas de hacer que se cumplan.
¿Por qué nadie hace nada para evitar que pasen a propiedad privada caminos y senderos públicos?
Una cosa paradójica nos ha pasado en una de nuestras salidas, y es que para llegar hasta un puente romano y otro califal hemos tenido que saltar una puerta metálica en la que se prohibía el paso. ¿Cómo se puede prohibir el paso para ver dos monumentos históricos de Córdoba ubicados en un camino que ya estaba ahí en tiempos de los romanos? ¿Acaso los romanos y los árabes hicieron sendos puentes en caminos de uso privado?
Está claro que a los césares de nuestro tiempo nadie les pone "vallas" que no se puedan saltar, y cualquier día nos van a poner una puerta en la carretera de Málaga con el consabido cartel de "Córdoba, propiedad privada. Prohibido el paso. Perros sueltos por motivos sanitarios."

Fotos de los puentes Romano y Califal:

Atacando el Muriano

Pues si te fijas en el track, se ha quedado en intento.
Esta vez teníamos un objetivo ambicioso: subir hasta el Muriano por la ruta de Alcolea. Se trata de un trayecto largo y bastante duro, pero pensabamos que factible.
Lo que no contábamos era con mi cadena. Esta vez no se rompió, pero se atascaba cada vez que intentábamos ascender una cuesta, obligándome a parar muchas veces, a tronchar la cadena para hacerla más corta, a "tocar" los ajustes de los cambios,... pero nada.
Al final tuvimos que rendirnos, cansados, embarrados y con la cadena atascada.
El trayecto presenta un paisaje hermoso, con un camino embarrado por las últimas lluvias pero transitable. Mi compañero pincharruedas volvió a probar el amortiguador de su mochila un par de veces y parece contento con su buen resultado, ya contrastado en otras ocasiones :-)
Tampoco estuve muy fino con el gps, pero espero haber aprendido para próximas salidas.

Subiendo a Trassierra por la cuesta del reventón

Pues es una trayectoria corta, que hemos trazado por circunstancias sobrevenidas.
Hacia arriba el mayor problema son las piedras sueltas (y las agarradas) de la cuesta del Reventón. Hoy han "tocado" mi cadena y con el tobillo de mi compañero. La primera se ha arreglado con un tronchacadenas, que ya vamos preparados para casi todo, pero para lo segundo nos ha faltado el reflex o similar, así que sólo hemos llegado hasta la gasolinera para desde ahí bajar por la carretera a Córdoba.
A lo largo de la subida hay un par de puntos con magníficas vistas de Córdoba, si te sobra aliento para ir viendo el paisaje, claro.
La segunda parte es toda hacia abajo, y como la temperatura no era muy alta se nos han helado un poco los pies (le he echado el ojo a una posible mejora en este sentido para ir más calentito).

En el enlace puedes ver los datos técnicos de la subida. Aunque la ascensión es complicada, en general hemos clasificado la etapa como fácil porque ha sido corta tanto en tiempo como en espacio.

Enlace a wikiloc: pincharruedas ruta 1- Córdoba - gasolinera Trassierra

Comenzando a rodar...

Desde hace algún tiempo unos amigos hemos comenzado a dar pedaladas por las "montañitas" próximas a nuestro lugar de residencia: Córdoba.
Una de las dificultades que nos hemos encontrado, además de los pinchazos, roturas de cadena, magulladuras, etc. ha sido dar con rutas interesantes y variadas. Hace poco hemos "descubierto" las posibilidades de los gps y así poder seguir rutas que otros han trazado y puesto a disposición de los demás.
Así que hemos pensado aportar nuestro granito de arena e ir contando nuestras andanzas desde este blog y así echamos un cable a otros que comienzan a dar pedaladas por estos andurriales.